En los últimos años, los consumidores han mostrado una clara preferencia por opciones más sostenibles, lo cual se refleja en diversas industrias, incluida la de las fragancias. El 50% de los consumidores ha oído hablar de propuestas sostenibles en este ámbito y el 96% estaría interesado en fragancias recargables. La transparencia de las marcas en cuanto a la obtención de materias primas, la cadena de valor y la circularidad del empaquetado es fundamental para la elección del producto.
Calidad, responsabilidad social y ambiental
La industria del lujo no es ajena a esta tendencia. El impacto positivo en lo social y ambiental es esperado en todos los niveles de consumo. Así, presenciamos un cambio de paradigma donde el lujo y la sustentabilidad se encuentran, dando lugar a un nuevo concepto: el lujo sustentable.
El lujo, caracterizado por productos de alta durabilidad y calidad, se opone a la cultura de “usar y desechar”. Esto se traduce en usuarios fieles y perdurables. Además, la alta calidad exige mano de obra calificada, lo cual lleva a las marcas a colaborar estrechamente con comunidades autóctonas, ofreciendo capacitación y trabajos dignos.
La revolución verde en las fragancias de lujo
La obtención de materias primas de alta calidad directamente de la fuente natural exige una cadena de valor responsable para asegurar la durabilidad de los recursos y la producción. Estas iniciativas no solo construyen una reputación basada en la sustentabilidad, sino que también fomentan la transparencia con los clientes.
La promesa de calidad y valor del lujo se traduce en inversión en tecnología e innovación para desarrollar procesos responsables con el medio ambiente. Por ejemplo, Ralph Lauren ha comenzado a armonizar los frascos de sus fragancias Polo para que sean recargables, reduciendo significativamente el uso de vidrio virgen, metal y cartón. Además, el refill es un 35% más accesible para los consumidores.
La apuesta sustentable de Giorgio Armani y Lancôme
Giorgio Armani ha diseñado frascos recargables para sus fragancias Acqua Di Gio, Code y My Way, logrando reducciones importantes en emisiones de carbono, uso de cristal, metal y papel. My Way es la primera fragancia con neutralidad de carbono, resultado de un programa de eco-concepción que abarca toda la cadena de producción.
Lancôme ha creado una opción recargable para su fragancia La Vie Est Belle, reduciendo considerablemente el uso de vidrio, plástico, cartón y la huella hídrica. Además, ofrece refill en cosmética, como en su línea premium Absolue y la crema RÉNERGIE H.P.N 300-PEPTIDE, ahorrando materiales y promoviendo prácticas sustentables.
La transformación del lujo por Yves Saint Laurent y L’Oréal
Yves Saint Laurent trabaja con una cooperativa de mujeres en los Jardines Comunitarios de Ourika, empoderando a la comunidad, protegiendo la biodiversidad y practicando la recolección sostenible. Este proyecto social promueve el empoderamiento y las prácticas sostenibles en la comunidad.
L’Oréal, grupo al que pertenecen estas marcas, ha desarrollado Episkin, un modelo de piel humana para pruebas de seguridad in vitro, eliminando la necesidad de pruebas en animales desde 1979. Con centros en Lyon, Shanghái y Brasil, L’Oréal ha trabajado para que las pruebas alternativas sean reconocidas en todo el mundo.
El concepto de lujo ha evolucionado: de la opulencia y ostentación a la innovación y tecnología con altos estándares de calidad, sofisticación y diseño, pero con responsabilidad ambiental y social, logrando un verdadero lujo sustentable.
