Esta semana, saltó a la luz la noticia de la demanda del New York Times contra OpenAI y su socio comercial Microsoft, alegando el uso ilegal de millones de artículos del medio para entrenar a servicios como ChatGPT. Esta acción legal se suma a preocupaciones expresadas por diversos creadores de contenido, quienes temen que la Inteligencia Artificial generativa compita con sus obras originales.
ChatGPT y la complejidad legal y ética
La polémica se intensifica al considerar dos dimensiones clave. Por un lado, los bancos de contenido utilizados para entrenar las plataformas de IA, suministrados por usuarios que aceptan términos de uso a menudo poco claros. Por otro lado, las plataformas generativas, como ChatGPT, donde los usuarios proporcionan información privada con términos más definidos sobre la propiedad de la información. Grandes empresas, como el New York Times, argumentan violación de derechos de autor y daño económico al permitir a los usuarios de IA acceder a contenido por el cual se cobra una suscripción.
“El New York Times le pide en este juicio a Microsoft y a OpenAI que eliminen la información propia de ellos que utilizaron para entrenar el algoritmo. Para poder comprender ese impacto es necesario primero entender un aspecto central del funcionamiento de la Inteligencia Artificial Generativa: su modelo de aprendizaje. A diferencia de las personas, que podemos desaprender o corregirnos cuando algo de lo que aprendimos está mal, la inteligencia artificial no puede hacerlo. Los humanos podemos volver a empezar con una hoja en blanco nuestras ideas o nuestras acciones; la Inteligencia Artificial no. Esta tecnología, que está cambiando el mundo, está diseñada para autoabastecerse. Incorpora información, aprende, relaciona y elabora sus conceptos en forma definitiva. Pero nunca desaprende”agrega el CEO de Santex, Juan Santiago.
La liga del bien de IA
Juan Santiago lidera la Liga del Bien de IA, un espacio en Santex que reúne a especialistas de la academia, empresas y tecnólogos para analizar el impacto, las mejores prácticas y el futuro de la Inteligencia Artificial. Buscan establecer un nuevo enfoque ético mediante un abordaje filosófico necesario.
“Por eso, los líderes tecnológicos tenemos la responsabilidad de enseñar y capacitar sobre estos temas para que cada vez más personas puedan comprender el real impacto de lo que es hoy la Inteligencia Artificial Generativa y sobre todo de lo que vendrá. Porque las discusiones que vienen en el mundo de la tecnología no son sobre tecnología sino sobre valores y ética” concluye Santiago.
Santiago, citando a Alex Pentland, propone la idea de Ecología Digital Sustentable. Destaca el problema del modelo económico basado en datos, donde el usuario, generador de datos, no se beneficia de la transacción de sus datos en las plataformas. Aboga por un modelo transaccional más justo y democrático, donde el usuario sea el verdadero dueño de sus datos.