La manera de consumir está experimentando un cambio significativo con la creciente tendencia al «localismo». Los consumidores vuelcan sus preferencias hacia marcas y negocios cercanos, conectando directamente con sus necesidades y hábitos de consumo. Este fenómeno redefine la relación entre las personas y las marcas, influyendo en la forma en que interactúan y consumen.
Marcelo Chane, asesor de Nuevo Quilmes Plaza, destaca: «El comercio local se ha convertido en el protagonista del consumo, demostrándolo día a día con el movimiento del centro».
Nuevo Quilmes Plaza – un vínculo directo con la comunidad
Un ejemplo destacado de esta tendencia es Nuevo Quilmes Plaza, el único centro comercial de servicios a cielo abierto en la zona sur. Este espacio ha logrado conectar directamente con los vecinos al reunir marcas y servicios que resuelven sus necesidades diarias.
El «localismo» se nutre de la cercanía y la confianza. Los consumidores buscan productos y servicios que estén próximos a sus emociones y sentido de pertenencia, siendo los centros comerciales de servicio a cielo abierto, integrados a los barrios, los que satisfacen esta necesidad al ofrecer una experiencia completa.
“Hoy el consumo de cercanía se concentra en rubros de abastecimiento masivo como son los supermercados, espacios gastronómicos, bancos, consultorios externos de distintas especialidades médicas, entretenimientos y servicios generales como banco, correo”, destaca Chane.
Cercanía y confianza
El «mundo digital» juega un papel crucial en el crecimiento del consumo local. Este canal dinámico facilita la relación entre fabricantes, comerciantes y consumidores, permitiendo servicios como entrega a domicilio, reservas de horarios para atención en servicios de belleza y gimnasio, y comunicación de descuentos y promociones.
La búsqueda de marcas que emocionalmente identifiquen a los consumidores impulsa la oferta de propuestas más «locales», incluso por parte de marcas internacionales. Las tiendas de cercanía conocen sus productos a fondo y pueden ofrecer asesoramiento personalizado, dando respuesta a esta creciente demanda. Proyectos como Nuevo Quilmes Plaza no solo se suman a esta tendencia, sino que ofrecen un enfoque comercial específico en un entorno arquitectónico único, con espacios abiertos y contacto con la naturaleza.
En resumen, el consumo de cercanía ya es una realidad en Buenos Aires, impulsado por la confianza, seguridad y transparencia que brindan las marcas locales. La conexión emocional con la comunidad impulsa la transformación en el comercio minorista, estableciendo nuevas pautas en la manera de consumir y relacionarse con las marcas.
