El Peugeot 205 GTi ha dejado una huella imborrable en la historia del automovilismo argentino. Su legado perdura, recordándonos una época en la que los autos no solo eran medios de transporte, sino máquinas de emociones y adrenalina.
El ícono deportivo de Peugeot: el 205 GTi
Desde su lanzamiento, el Peugeot 205 revolucionó la percepción de la marca, llevándola hacia una dirección más moderna y dinámica. Pero fue el 205 GTi el que se robó el corazón de los amantes de los deportivos. Con sus motores potentes y su diseño audaz, este vehículo se convirtió en el sueño de muchos conductores.
Detrás de este ícono se encuentra Gérard Welter, un apasionado por la competición automovilística. Su visión y amor por la velocidad se reflejaron en cada detalle del 205 GTi, convirtiéndolo en un símbolo de prestaciones y emoción al volante.
A lo largo de sus años en el mercado, el 205 GTi fue evolucionando, aumentando sus prestaciones y ofreciendo nuevas versiones. Desde su motor inicial de 105 CV hasta las potentes variantes de 115 CV y 130 CV, este vehículo siempre estuvo un paso adelante en términos de rendimiento y velocidad.
Para los verdaderos fanáticos, Peugeot ofrecía el exclusivo kit PTS 125, que elevaba las prestaciones del 205 GTi a otro nivel. Con 125 CV bajo el capó, este modelo se convertía en una experiencia aún más emocionante para quienes buscaban la máxima potencia.
La nueva generación del 205 GTi
En 1987, llegó una nueva generación del 205 GTi, con motorizaciones mejoradas y detalles de lujo. Las versiones 1.6 GTi y 1.9 GTi ofrecían diferentes niveles de potencia y equipamiento, pero compartían la misma esencia deportiva que hizo famoso al 205 GTi.
Para aquellos que disfrutan del viento en el cabello, Peugeot presentó el elegante 205 CTi, una versión descapotable diseñada por Pininfarina que combinaba estilo y rendimiento a la perfección.